Responsabilidad, Equilibrio y Confianza
para gestionar mejor nuestro tiempo
“El tiempo es el recurso más escaso y quien no lo gestiona adecuadamente no puede gestionar nada” (Peter Drucker).
Las dos cosas de cuya escasez más nos quejamos son el dinero y el tiempo. Y es curioso que los gestionemos de forma tan diferente. Le damos mucha importancia a cualquier decisión que suponga un desembolso económico y no somos tan cuidadosos cuando nos referimos a nuestro tiempo.
¿Cuál es la razón? Yo entiendo que es debido a que lo que nos cuesta conseguir uno y otro son también diferentes: Para conseguir dinero tenemos que trabajar, tenemos que invertir, tenemos que arriesgar, tenemos que negociar… Para conseguir tiempo sólo necesitamos seguir vivos.
Dinero podemos tener mucho pero siempre podremos tener más. Tiempo tenemos tanto como el que más. De hecho, tenemos todo el tiempo que se puede tener y, por mucho que hagamos, no podremos conseguir más.
Por esta razón es por lo que la frase “No he tenido tiempo” no es cierta. Tiempo hemos tenido, pero lo hemos utilizado para otra cosa.
Esta es otra diferencia importante. Podemos tener nuestro dinero produciendo de forma simultánea en varios proyectos. El tiempo es lineal. Sólo podemos estar utilizándolo en una cosa cada vez y por eso mismo deberíamos ser especialmente cuidadosos en su disfrute.
Debemos conseguir disfrutar del tiempo, que sea la herramienta que nos ayude a ser más felices, a crecer en todos los aspectos y a conseguir los objetivos que nos marquemos. Para ello deberemos darle la importancia que se merece, y para ello deberemos pensar muy bien en qué y cómo utilizarlo.
Si para ganar dinero debemos invertir dinero, deberemos aceptar y asumir que para ganar tiempo deberemos invertir tiempo. Pero no sólo basta con aceptar y asumir, sino que, además, deberemos ponerlo en práctica. Reflexionar es importante pero no cambia los resultados. Lo que cambia los resultados son las acciones.
Supongo que todos, en algún momento, hemos tenido algún pensamiento del estilo “No sé en qué se me va el dinero”. Para saberlo, lo mejor es anotar todos los pagos que vamos haciendo: piso, colegios, gasoil, reparaciones diversas, compra, cafés, etc… Cuanto mayor sea el detalle mayor será la información. Al cabo de un mes, si hacemos un resumen, sabremos perfectamente el uso que hacemos del mismo.
Si queréis saber en qué se os va el tiempo, ya sabéis lo que tenéis que hacer. Es un ejercicio bastante pesado pero las conclusiones suelen ser muy interesantes. Y cuando sepamos a ciencia cierta por dónde se nos escapa el tiempo no caigamos en la tentación de echar la culpa a nuestros compañeros, a nuestro jefe, a nuestros clientes, es decir, a los demás.
“La vida es la suma de todas tus elecciones” (Albert Camus).
Son las decisiones que hemos ido tomando a lo largo de nuestra vida las que nos han traído aquí. Porque hemos decidido hacer algo, porque hemos permitido que otras personas lo hagan, porque hemos reaccionado de cierta manera ante cosas que nos han ocurrido, …
Aceptémoslo como una buena noticia, porque si el problema está en nosotros, la solución también lo está. Asumamos la Responsabilidad de gestionar nuestro tiempo y utilicémoslo de forma adecuada a nuestros intereses.
Para diseñar la ruta de cualquier viaje necesitamos conocer el punto de salida y el de llegada. Si hemos hecho el ejercicio de que hemos citado anteriormente, el punto de salida ya lo conocemos. ¿Y el de llegada?
Tendremos que pensar dónde queremos llegar, cuál es la forma más adecuada de utilizar nuestro tiempo. Y en este caso la palabra mágica es Equilibrio. A nivel vital deberemos conjugar nuestro trabajo con nuestro entorno (familia, amigos, …) y con el tiempo que nos dediquemos a nosotros mismos, que también lo necesitamos.
A nivel profesional deberemos buscar el equilibrio entre las diferentes tareas que conforman nuestro trabajo: Reuniones, atención a compañeros, tareas administrativas, tiempo para pensar, para leer, gestionar el correo, resolver cosas, supervisar proyectos, … Decidir el peso que cada una de ellas tiene para conseguir nuestros objetivos y asignarles el tiempo adecuado de forma equilibrada.
Y ponernos en marcha con Confianza. Convencidos que, poco a poco, nos iremos acercando. Tener un poco de cintura para solventar situaciones excepcionales y seguir nuestro camino.
“El que quiere hacer algo conseguirá un medio. El que no, una excusa” (Stephen Dolley).
El reto no es sencillo. Son muchos años de funcionar de una manera determinada y nos hemos acostumbrado a ello. Y los demás también se han habituado a nuestra forma de actuar. Deberemos ir cambiando y, paralelamente, conseguir que nuestro entorno vaya aceptando y asumiendo estos cambios.
Ahí os quedan unas pocas ideas que espero os sean útiles y mucho trabajo por delante. Ánimo. Merece la pena.
“El secreto del éxito consiste básicamente en insistir” (Woody Allen).