Puede que empieces hoy o puede que lleves unos días pero, en cualquier caso, es probable que te encuentres ya metido en una vorágine de urgencias, reclamaciones de temas, convocatorias de reuniones…
Si seguiste los consejos de mi anterior artículo sobre preparar la vuelta, las cosas estarán mejor, pero seguirás sin saber por dónde empezar porque en tu bandeja de entrada habrá un montón de correos sin leer y no conoces las tareas que vienen en ellos.
Están quienes proponen que esta incorporación tras las vacaciones debe hacerse de forma progresiva. ¿Qué quieren decir con esto? Que los primeros días habría que ir menos horas para, poco a poco, ¿ir incrementando hasta llegar al horario normal? Es broma, pero no entiendo lo que quieren decir porque es lo menos parecido a la realidad.
La vuelta al trabajo es mucho más parecida a un aterrizaje forzoso. En cuanto llegas, todo nuestro entorno (compañeros, jefes, clientes, proveedores…) comienza a pedir cosas como si en el primer día tuviéramos que recuperar las 2, 3 o 4 semanas que hemos estado de vacaciones.
Y, aunque me hicieras caso cuando os aconsejaba que «Si quieres disfrutar de las vacaciones, prepara la vuelta» y seguisteis los consejos que allí os proponía, no podemos pasar de 0 a 100 en 1 segundo. Tampoco nos vayamos al otro extremo, el de los que a las 2 semanas todavía «están aterrizando».
Este último caso suele ser debido a que muchas personas intentan compaginar el ir recordando cómo estaban algunos temas con lo que va surgiendo cada día. Mi consejo es que «alargues tus vacaciones» 1 o 2 días. No literalmente, sino de cara a los demás.
Creo que lo más importante es recuperar el mando de la situación. Revisar cómo está cada tema, gestionar los correos y documentación que se han acumulado durante este tiempo definiendo las tareas que conllevan y poniéndoles fecha. Si algo ha esperado 2 o 3 semanas no pasa nada por 1 o 2 días más, y las decisiones que tomemos serán más acertadas cuando tengamos una idea clara de nuestro campo de juego que cuando sólo vemos una parte de él.
Conozco algunas personas que, aunque de cara al exterior se reincorporan un lunes, en realidad lo hacen el jueves o viernes anterior. De esta manera, pueden dedicar esas horas a recordar cómo están los temas y a planificar correctamente la semana siguiente.
Mi consejo: Invierte eficazmente tu tiempo. Revisa, decide, planifica y haz. Sé que no es posible hacerlo al 100% y algo habrá que sí o sí tenga que hacer ya. Pero intenta que sea lo menos posible y dedica la mayor parte de tu tiempo a conocer, gestionar y planificar tus tareas.
Feliz aterrizaje!!!